El cine, llamado el séptimo arte, que cada vez se innova ofreciendo un mejor servicio por su alta tecnología y buena atención que les dan a sus asistentes, se ha logrado mantener en el gusto del público, siendo el sitio favorito para que ya sea con amigos, familia o pareja ,pasar un rato disfrutando de sus pantallas 3D, con las tradicionales palomitas y refresco, o un fin sin de golosinas que hacen el complemento ideal para divertirse con la producción.
Cada vez se perciben más reales las producciones que se proyectan en las salas de cine, que en ocasiones nos sentimos testigos presenciales de ese robo bancario, o el miedo nos consume al sentir que podemos ser perseguidos por el asesino, ni que decir de esas lagrimas que brotan por nuestras mejillas producto de esas historias desgarradoras.
No cabe duda que el séptimo arte ha venido a cambiar la forma de disfrutar de escenas ficticias, pero aun existen personas que viven en el romanticismo del arte del teatro, de esas sensaciones que te transmiten los personajes mismos enfrente del escenario.
Hoy en día solo un sector de la sociedad van concurrentemente a otras de teatro que se presenten, tal parece que el país en su crisis cultural como la falta de lectura, poco interés acerca de la historia, también se a degradado la popularidad del arte de teatro, siendo en el pasado la forma de entretenimiento tanto de la clase social alta.
Tenemos la oportunidad que conmemorando la semana de teatro, poder volver a conectarnos nos ese arte que nos hace sentir las vibraciones de los actores retumbando en cada rincón del recinto, logrando perpetuar esa cultura que enriquezca a nuestra sociedad.
Jaqueline Barceló García
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