viernes, 12 de septiembre de 2014

¡Celebra hoy! porque el mañana ya te espera.

El México de hoy.

 Durante este mes se celebra un hecho histórico, quizás el más emblemático para nuestra identidad como país.

  Al recordar esa historia que es contada una y otra vez en cada aula escolar, en cada rincón del país, entre cada mexicano que voltea a mirar así el pasado, esa historia que nos hace sentir orgullosos que un día existieron esos hombres y mujeres valientes, que dieron sus vidas por defender esos ideales de libertad e igual que gobernaban sus mentes.

   Ahora después de más de 200 años veo a los descendientes de esos héroes históricos y me empiezo a preguntar, en qué momento se perdieron esos genes de justicia por defender esos valores por los que años atrás ya luchamos.


   Hoy vivimos una situación de esclavitud, quizás no igual que la de haces siglos, porque en la esclavitud también existe la evolución. Habitamos un país controlado por monopolis, por intereses mezquinos de un grupo reducido de personas que suelen decidir el rumbo del país,  pero sin velar por los intereses de sus habitantes, tan solo buscando el beneficio propio, pero todo ésto es posible porque nosotros como sociedad no somos capaces de unirnos para derrotar al sistema que nos imponen.

 Es triste observar que somos participes de un ambiente de desinterés social hacia los valores y principios que nos identifican como nación, que en vez de honrar y respetar esos símbolos patrios por los que tantos dieron sus vidas para que nosotros fuéramos hombres libres, nos mantenemos callados ante las injusticias que se presentan ante nuestros ojos, citando a esas reformas que en muchos casos dañan nuestro derecho a la privacidad o el trabajo de aquellos que velaron por nuestro petróleo, perdonando a criminales que robaron a nuestra patria mientras estaban en el poder. Bien  dicen que el cobarde vive hasta que el valiente quiere, y tú México no te has querido dar cuenta que mientras festejas tus 204 años de independencia, la realidad es que aun arrastras las cadenas de aquellas imposiciones de los de arriba.

   Somos capaces de vender la tierra por la que nuestros ancestros lucharon, a cambio un desarrollo que solo beneficia a unos cuantos, aceptando caer en el juego de la manipulación al imponerte un gobierno que más allá de velar por nuestros intereses, se encarga de hacer negocios con nuestros recursos. No me hagas pensar México, que seguimos siendo esa sociedad que vendió su tesoro por unos cuantos espejitos y espero que te ves cuenta que la libertad, la igualdad y el amor por tu tierra es ese tesoro que te dejaron de herencia.

    Me pregunto, ¿dónde está ese Miguel Hidalgo revolucionario?, ¿dónde está Doña Josefa Ortiz una dama valiente?, ¿dónde está el próximo Vicente Guerrero haciéndole honor a su apellido?



Si te invito compatriota a que olvides tus problemas,
 ¡SAL, GRITA!,
VIVE LA ALEGRÍA DE SER LIBRE,
SIÉNTETE ORGULLOSO DE SER AUTÓNOMO.

AMA AL MÉXICO INDEPENDIENTE
¡CELEBRA HOY!... Que el día de mañana tu realidad te espera.

Las cadenas de la esclavitud solamente atan las manos: es la mente lo que hace al hombre libre o esclavo.


Por: Jaqueline Barceló García

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