domingo, 9 de noviembre de 2014

Una vela ante el espectáculo de luces de la educación mundial.

    La educación es una problemática que trae repercusiones en la vida de cada individuo ya que se vuelve una herramienta fundamental en el desarrollo del mismo.

  La educación es un proceso que permite al individuo obtener un aprendizaje para un cambio en su persona y en la sociedad, por ello, su importancia resulta indiscutible.


      Es importante recordar que en el artículo 3° de nuestra Constitución Mexicana, declara que la educación impartida por el Estado debe ser gratuita, laica y obligatoria, par todos los habitantes de la nación. Lo cual nos hace pensar que todos los habitantes del país somos acreedores de una educación de mejor calidad y equidad la cual nos permita crecer día a día.

      Pero la realidad es distinta cuando la marginación y la penumbra tiene a México en el lugar 55 en acceso a la educación a nivel mundial. En la prueba PISA ocupando el último lugar de 24 países de la OECD y el 53 de los 65 que participaron. Entre otras cifras alarmantes, los alumnos de México les tomara más de 25 años en alcanzar el nivel de matemáticas mundial de los otros países sumando los 65 años de retraso en lectura.

Estudiantes en condiciones deplorables.

    Es cierto, la educación en México se encuentra años luz de ser la educación que nuestra Patria requiere para ser un país al tope de su desarrollo. Pero a pesar de la inconsistencia y adversidades que se nos presentan está en cada uno de nosotros saber si las medidas de educación que nos proporcionan son suficientes y buscar por voluntad propia crecer en educación. No hay mayor discapacidad que el conformismo.

     Llevando a la concientización  de la población por no quedarse con el conformismo y de manera autónoma buscar un proceso personal, además que las autoridades competentes realicen reformas educativas las cuales sean un instrumento para elevar la capacidad y los conocimientos de los estudiantes en México y no solo una controversia que divida a la sociedad.



Por Jaqueline Barceló

No hay comentarios.:

Publicar un comentario